¿Por qué el nuevo coronavirus y la enfermedad que causan tienen nombres diferentes?
Cuando se produce un brote de una nueva enfermedad vírica es necesario decidir el nombre tanto para la enfermedad como para el virus que la causa.
El nombre de la enfermedad, si es humana, es responsabilidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que de acuerdo con una guía de buenas prácticas evita nombres que se puedan asociar a localizaciones geográficas, apellidos de personas, nombres de especies animales, descripciones de profesiones o que induzcan al miedo. Por todo ello, el 11 de febrero de 2020 la OMS propuso emplear el término de COVID-19 (“COronaVIrus Disease-19) para la enfermedad respiratoria causada por el nuevo coronavirus descrito en China.
La identificación y caracterización del nuevo virus la realizan los virólogos expertos. Una vez se conoce bien la clasificación (taxonomía) del virus, la decisión de asignar un nombre corresponde al ICTV (Comité Internacional para la Taxonomía de los virus). En este caso, el 11 de febrero de 2020, el Grupo de Coronavirus del ICTV propuso el nombre de SARS-CoV-2 porque está relacionado genéticamente con el otro coronavirus responsable del brote de SARS (síndrome respiratorio agudo grave) en 2003. Sin embargo, aunque están relacionados son virus diferentes dentro de los coronavirus.